Santuario de Nuestra Señora de Miravalles
Detalles sobre el patrimonio
El Santuario de Nuestra Señora de Miravalles se encuentra en una campa amplia y llana cerca del pueblo de Pola del Pino, en el municipio asturiano de Aller. Es un templo de tamaño mediano con una arquitectura barroca del siglo XVIII, diseñado por Francisco de la Riba. Presenta una nave única a la que se accede por tres lados, además de un presbiterio y una capilla adyacentes. La construcción combina mampostería en todo el edificio y sillar en la fachada occidental. Un amplio pórtico rodea la nave, sostenido por pilares octogonales de madera.
Relevancia del patrimonio desde una perspectiva cultural e histórica
El Santuario de Nuestra Señora de Miravalles es un importante centro de devoción religiosa y civil en Aller. La presencia de la imagen de la patrona del municipio, esculpida por el asturiano José de la Meana a finales del siglo XIV o principios del XV, atrae a numerosos fieles. Además, la historia del lugar, que remonta sus orígenes a la época medieval, lo convierte en un punto de referencia para los peregrinos que se dirigen a Santiago de Compostela. Las bulas pontificias concedidas por los papas Clemente XIII y Pío VI resaltan la importancia religiosa del santuario.
Esfuerzos de conservación y preservación del patrimonio
Dada su relevancia histórica y cultural, es fundamental implementar medidas de conservación para garantizar la integridad del Santuario de Nuestra Señora de Miravalles. Esto incluye la realización de trabajos de restauración periódicos para mantener su estructura original y la protección de la imagen de la Virgen y otras obras de arte que alberga en su interior.
Puntos clave abordados sobre la importancia del patrimonio cultural
El Santuario de Nuestra Señora de Miravalles representa un valioso patrimonio cultural y religioso en Asturias. Su arquitectura barroca, su historia centenaria y su papel como lugar de devoción y peregrinación lo convierten en un testimonio vivo de la identidad y la tradición del municipio de Aller. Su conservación y preservación son fundamentales para transmitir este legado a las futuras generaciones y para mantener viva la esencia de la cultura asturiana.