Ibáñez Ibáñez, Fidel
Fidel Ibáñez Ibáñez: Un Sacerdote de Bondad y Fidelidad
Nacimiento y Vocación
Fidel Ibáñez Ibáñez, sacerdote de reconocida bondad y fidelidad a la Iglesia, vio la luz por primera vez el 2 de abril de 1925 en Tielve, un pintoresco pueblo del concejo asturiano de Cabrales. Su vida se caracterizó por su compromiso religioso y su servicio desinteresado a la comunidad.
Desde joven, Fidel sintió la llamada vocacional al sacerdocio, animado por un sacerdote de su parroquia, Pedro Fernández Rodríguez. Este llamado lo llevó a ingresar en el Seminario, donde entabló una amistad cercana con su compañero Francisco Álvarez, quien posteriormente se convertiría en cardenal asturiano. Su recorrido académico lo llevó a lugares como Tapia de Casariego, Valdediós (Villaviciosa) y, finalmente, al nuevo Seminario del Prao Picón en Oviedo, donde completó sus estudios de Filosofía y Teología para su futura carrera sacerdotal.
Ordenación Sacerdotal y Primeros Servicios
El 14 de junio de 1953, Fidel Ibáñez Ibáñez fue ordenado sacerdote. Inmediatamente después, comenzó sus primeros meses de ministerio sacerdotal en su lugar de nacimiento, Tielve, donde se convirtió en un pilar espiritual para su comunidad local.
Sin embargo, su trayectoria pronto lo llevó a un nuevo destino como secretario de monseñor Javier Lauzurica y Torralba, arzobispo de Oviedo en los años cincuenta. Esta responsabilidad fue un testimonio de su capacidad y dedicación al servicio de la Iglesia.
Amplio Recorrido Pastoral en Asturias
A lo largo de su vida sacerdotal, Fidel Ibáñez Ibáñez asumió diversas responsabilidades pastorales en diferentes parroquias de Asturias. Tras su servicio en Tielve, fue párroco de San Martín de Podes y Laviana de Gozón. Luego, continuó su labor en Fresnedo (Nava) y Pandenes (Villaviciosa). En la década de los sesenta, desempeñó el rol de formador en el Seminario Menor.
En 1972, recibió su asignación para Santianes de Pravia y también asumió la capellanía del Colegio de los Cabos, dedicado a la educación de niños huérfanos de la Guardia Civil. Durante su tiempo allí, su labor humana y educativa dejó una marca profunda en la comunidad. Además, ejerció como arcipreste en la zona.
Servicio a la Diócesis y Transición de la Iglesiona de Gijón
En 1982, Fidel Ibáñez Ibáñez fue destinado a Arriondas, capital del concejo de Ribadesella, donde permaneció hasta 1998. Fue en este año cuando el arzobispo Gabino Díaz Merchán tomó una decisión importante y lo nombró vicerrector de la Iglesiona de Gijón, conocida como el Sagrado Corazón de Jesús y hoy basílica.
Su papel en la transición de la Iglesiona, que anteriormente pertenecía a la Compañía de Jesús, a la Diócesis de Oviedo, fue fundamental. La suave y comprensiva personalidad de Fidel ayudó a facilitar este cambio sin conflictos ni polémicas, trabajando codo a codo con el entonces obispo auxiliar, Atilano Rodríguez.
Un Hombre de Bondad y Servicio
Fidel Ibáñez Ibáñez sirvió con dedicación y generosidad a lo largo de su vida sacerdotal, sembrando la bondad, el compañerismo y el amor a la Iglesia en cada comunidad que atendió. Siempre buscó estar al día en su formación y espiritualidad, lo que lo convirtió en confidente y confesor de muchos.
Tras su retiro en la Casa Sacerdotal de Oviedo, Fidel falleció el 13 de enero de 2010, a los 84 años de edad. Sus restos descansan en el cementerio ovetense de El Salvador. Su legado perdura en la memoria de quienes lo conocieron y apreciaron su humildad y servicio desinteresado a la Iglesia.
Nota Final
Este perfil biográfico de Fidel Ibáñez Ibáñez ha sido proporcionado por EuroWeb Media, SL. Una fotografía del reverendo D. Fidel Ibáñez ha sido gentilmente facilitada por Gijón Católico, un blog y página dedicados a la divulgación y promoción de las actividades y tradiciones de la comunidad católica en la villa de Gijón. El texto original fue publicado por Javier Gómez Cuesta en el diario La Nueva España el 14 de enero de 2010.