Hayedos
Introducción
Los hayedos, conocidos también como bosques de hayas o "jayas", son ecosistemas boscosos de gran relevancia en la región de Peña Careses - Vega de Poja (Siero). En esta revisión, exploraremos la importancia de los hayedos desde diferentes perspectivas, incluyendo su ubicación geográfica, características físicas y su papel en el patrimonio natural, cultural e histórico de la zona.
Detalles sobre el Patrimonio natural
Los hayedos se encuentran típicamente en zonas nontañosas, situados entre los 700 y 1.500 metros sobre el nivel del mar. Estos bosques se desarrollan tanto en suelos entrojos, ricos en carbonatos, como en digotrojos, sustratos acidófilos. En el primer caso, constituyen el límite del bosque en altitud, mientras que en el segundo se hallan por debajo de bosquetes de abedulares y árboles silvestres.
El estrato arbóreo de los hayedos está dominado por el haya o "jaya". Estas especies se adaptan especialmente bien a lugares sombríos con alta humedad atmosférica y abundancia de nieblas. En ocasiones, los hayedos pueden incluir otras especies arbóreas o arbustivas, como tejos, acebos, entre otros. La composición del sotobosque puede variar dependiendo del tipo de sustrato, ya sea ácido o carbonatado.
Importancia del Patrimonio natural desde una perspectiva cultural e histórica
Culturalmente, los hayedos han sido parte integral de la vida de las comunidades locales a lo largo de los siglos. Han proporcionado recursos vitales como madera para la construcción, leña para el calor y alimentos silvestres. Además, estos bosques han inspirado historias, leyendas y tradiciones locales, añadiendo un sentido de misticismo y conexión con la naturaleza.
Desde una perspectiva histórica, los hayedos han sido testigos de eventos significativos y cambios en el paisaje a lo largo del tiempo. Han sido refugios para diversas poblaciones animales y vegetales, contribuyendo a la biodiversidad y al equilibrio ecológico de la región.
En resumen, los hayedos en Peña Careses - Vega de Poja representan un valioso patrimonio natural que merece ser protegido y conservado. Su belleza escénica, su importancia ecológica y su rica historia cultural los convierten en un componente fundamental del paisaje y la identidad de la región.